lunes, 31 de enero de 2011

Rescatando la Historia. La batalla de Himera al descubierto.

La necrópolis de Himera ilumina el decisivo combate que ganaron los griegos a los cartagineses hace 2.500 años. Fue una de las batallas más tremendas y decisivas libradas por los antiguos griegos, y en ella también se jugó la suerte de la civilización occidental como la conocemos.

Si junto a la isla de Salamina, cerca de Atenas, los griegos derrotaron a los persas y conjugaron el peligro de caer bajo el yugo del poderoso imperio oriental, hundiendo la incontable flota de Jerjes, frente a Himera, en la costa norte de Sicilia, cerca de Palermo, una coalición de colonos griegos -mandados por Terón, tirano de Agrigento, y Gelón, rey de Siracusa- venció a otros peligrosísimos enemigos, los cartagineses, salvaguardando uno de los territorios helenos más importantes.

La coincidencia de los ataques, el persa y el cartaginés, hizo pensar a los griegos en un pacto de sus dos grandes enemigos para hacerles la pinza desde el este y el oeste. Las fuentes de la antigüedad -comparan Himera con Platea- hablan de una batalla grandiosa, que ahora confirma la arqueología, y que acabó con el enorme ejército cartaginés completamente derrotado y el suicidio de su comandante, Amilcar (un Magónida, nada que ver con los Bárcidas), que se habría lanzado a las llamas de una pira sacrificial, a lo Dido, evitando la captura.

La contienda prosiguió en la llanura entre la playa y la ciudad, en el campo de batalla que ha sido ahora localizado.

De la ferocidad de la lucha -"fue grande la carnicería", escribe Diodoro Sículo- nos da fe el descubrimiento de los enterramientos de los guerreros griegos caídos en la batalla. Los arqueólogos han hallado incluso varias sepulturas colectivas, verdaderas fosas comunes, con los soldados alineados en una última y espectral revista y todos con heridas localizadas. Desde el punto de vista científico pueden representar la mayor fuente de información sobre cómo luchaban y morían los griegos.

"Hemos excavado siete fosas comunes de la batalla con un centenar de cadáveres, pero hay muchísimas sepulturas individuales más de guerreros y 26 tumbas de caballos, muy raras en el mundo griego y que deben tener que ver con ese papel protagonista de la caballería en la batalla, para recordarlo", explica el director científico de las excavaciones, el arqueólogo Stefano Vassallo.

Señala además, que los guerreros griegos de las fosas comunes yacen todos en posición dorsal, son hombres de edades entre los 25 y los 30 años y presentan traumatismos violentos debidos a heridas de armas de tajo o lanza. Muchos conservan trozos del arma que les causó la muerte: puntas de flecha o de lanza que penetraron tan profundamente que no se pudieron extraer del cuerpo.


Imagen de los guerreros griegos en una fosa común de Himera

De esta notable batalla se han excavado también otras dos fosas comunes, una con 59 cadáveres. Vassallo cree que otra fosa con centenares de esqueletos muy desordenados podría albergar los restos de las víctimas de la masacre de civiles ordenada por Aníbal tras la toma de la ciudad para apaciguar el fantasma de su abuelo.

La necrópolis de Himera es una de las más grandes de Italia y en ella se han excavado 9.000 tumbas de diferentes épocas durante los trabajos preventivos de la construcción de la línea ferroviaria Palermo-Mesina, iniciados en 2008 y recién concluidos.

Himera tiene sin embargo, un epílogo amargo. Si bien los griegos pararon definitivamente a los persas en las guerras médicas, los cartagineses volvieron 70 años después y la revancha fue completa. En la segunda batalla de Himera (409 antes de Cristo), el nieto de Amílcar, Aníbal (otro, no el terror de los romanos), venció a los griegos y arrasó la ciudad. Himera no volvió a ser ocupada.

miércoles, 26 de enero de 2011

Colección de fíbulas donadas a la Fundación González Allende

La Fundación González Allende de Toro ha incrementado su valiosa colección con la incorporación de unas 40 fíbulas celtibéricas, romanas y visigóticas de metal, en forma de omega, pie vuelto o torre y que regaló a la entidad el doctor Luis Alonso Novo.

El historiador toresano José Navarro Talegón, agradeció públicamente la donación de estas piezas arqueológicas que han tenido que ser sometidas a un complejo proceso de restauración porque «estaban en una situación bastante deplorable». Matizó que al tratarse de obras de metal, «los cloruros les aportan un color verdoso que es muy difícil de eliminar». Sin embargo, una vez más, la Fundación toresana ha contado con la colaboración de la Escuela Superior de Restauración y Conservación de Bienes Culturales de Madrid y de la catedrática, María José Alonso, que aceptaron la propuesta realizada por Navarro Talegón para restaurar estas piezas en los talleres del centro madrileño y garantizar su conservación «durante mucho tiempo». El historiador resaltó la dificultad que entraña la recuperación de estas fíbulas antiguas ya que para eliminar los restos de cloruro los restauradores han tenido que trabajar con un estilete rematado en una aguja y han tenido que utilizar una lupa para intervenir las piezas con una mayor precisión.

Al margen de esta colección, Navarro Talegón, destacó la adquisición de varias pinturas que «pueden contribuir a densificar el patrimonio cultural de Toro ya que hay pocas». Este es el caso de un bello lienzo que representa a un Cristo muerto y a la Virgen secándose las lágrimas con el manto, imágenes principales flanqueadas por San Francisco de Asís y San Bernardo de Claraval en el que destacan «los preciosos blancos», característicos de su autor, el pintor florentino, Vicente Carducho, que trabajó en la Edad de Oro en la Corte de Madrid para Felipe III y Felipe IV y que realizó «una obra impresionante» en el palacio de El Pardo y en varias iglesias y conventos de Madrid. Además dos de sus obras se conservan en el Museo Provincial de Zamora. Este lienzo fue adquirido por Navarro Talegón en una subasta en la galería Alcalá aunque su estado de conservación ha requerido la intervención de un restaurador y, una vez recuperado, será expuesto de forma provisional en La Colegiata de Toro.

Entre las nuevas adquisiciones realizadas por la Fundación González Allende, hay que destacar igualmente, la belleza de unas tablas góticas del siglo XV de la Escuela catalana, pinturas al temple que representan a San Andrés y a San Juan Evangelista, la adquisición de otras dos pinturas románticas que serán expuestas en la biblioteca infantil de la ciudad y de un mueble aparador de cerezo que ha sido instalado en la sede de la Fundación y que será usado para archivar documentos.

domingo, 23 de enero de 2011

Las postales que Lorca envió a su familia y amigos

Una exposición y un libro sacan a la luz un millar de piezas.

Postal enviada en 1910 o 1911 por Federico
y Francisco García Lorca a su madre y a su hermana Concha.
Postales escritas, enviadas y recibidas, dibujadas y coleccionadas entre los años 1910 y 1960; tanto por Lorca a su familia y amigos, como otras dirigidas a él y al resto de la familia, incluyendo de forma destacada las escritas y recibidas por Fernando de los Ríos, su mujer Gloria Giner de los Ríos y su hija Laura de los Ríos, mujer de Francisco García Lorca, hermano del poeta. Se trata de la correspondencia privada archivada durante años por estas dos familias y que incluye cartas con artistas amigos del escritor como Buñuel o Dalí.


"Federico. Te espero cada día. Tenemos que no hablar tanto juntos! Adiós, Dalí". El destinatario del breve y críptico mensaje es Federico García Lorca. El firmante, Salvador Dalí. El texto va escrito en el reverso de una tarjeta en la que se ve un atardecer en las playas de Cadaqués con la iglesia al fondo. La postal está fechada en abril de 1927.

Documentos que hasta el momento habían permanecido en el ámbito de la intimidad familiar y que se muestran ahora al público ofreciendo un acercamiento íntimo y revelador a la obra y vida del poeta y de la familia De los Ríos, de dónde provienen los contenidos del archivo de la Fundación Federico García Lorca.

Material recogido también en forma de libro (publicado por This Side Up Editorial) que da cuenta de una colección con testimonios inestimables de la obra de Federico, sus amistades, la guerra, el exilio, los viajes y las relaciones fraternales de dos familias que son todo un símbolo para España.

A través de esta colección, se realiza un recorrido por la historia del siglo XX reivindicando además la postal como pequeña obra de arte. No sólo sirven como reconocimiento a la memoria del poeta sino que ofrecen al público una visión de importantes acontecimientos culturales e históricos del siglo pasado, al tiempo que se reflejan las vivencias de García Lorca y las impresiones que le causaban muchos de los lugares que visitó.

Anverso por la postal enviada por Federico y
Francisco García Lorca a su madre.
Martin Parr, fotógrafo de la agencia Magnum y gran coleccionista, recuerda que la postal fue uno de los grandes inventos de la comunicación de comienzos del siglo XX. "Elegir una imagen para enviársela a un amigo o a un pariente con un breve texto al dorso, parecía un acto inocente", escribe. "Sin embargo, ambas cosas, la elección y nuestras palabras, acaban por definirnos".

El espacio en blanco de la parte posterior permitía dar noticias escuetas o hacer breves comentarios de los más sorprendentes asuntos. Depende del destinatario y grado de confianza.

Mientras Francisco García Lorca vive en París, envía numerosas postales a su hermano Federico. Con la torre Eiffel al fondo, en abril de 1924 escribe: "Federico: hace días te escribí otra carta que no sé si habrás recibido porque no llevaba franqueo suficiente (han subido). Ahí va esa acusando señales de vida y de salud. El día 2 (mi día) espero carta tuya. ¡Nada! Van tres meses que no tengo de ti la menor noticia. Yo escribo poco, pero tú mucho menos. Si no escribes, no vuelvo a acusar señales ni de vida. Paco".


También desde París, el pintor Benjamín Palencia escribe a Federico en 1927. "No te puedes imaginar lo interesante que es esto. He visto mucha pintura moderna y entre todo Picasso, Matisse, Derain y Braque son los que más me han gustado".

Otro pintor, Manuel Ángeles Ortiz, reclama la atención de Federico desde París con un lenguaje que al escritor le incomoda: "Querido Federico: ya veo que tus propósitos de escribirme se desvanecieron al mismo tiempo que yo me desvanecí aunque esto ya lo sospechaba yo y no por eso he de dejar de enviarte mis recuerdos. Aquí he conocido a Bores y a Benjamín Palencia con su primo, esa especie de animal imbécil y de Zoroastro (en cuanto a Kultura) que tiene por primo; este dice ser muy amigo tullo [sic] pero ¿!!!Es posible!!!? Benjamín me parece un tontaina apaciguado, aún no he visto lo que hace, y muy amigo de Juan Ramón Jiménez... ¿Que el escribirte de esta manera te pone muy nervioso? No hagas caso".

La correspondencia postal afecta también a los encargos profesionales: Buñuel le reclama participar en sus obras, otros le piden nuevas piezas teatrales o su opinión sobre cualquier acontecimiento político o cotidiano. Es un trasiego de noticias cuyo anverso da cuenta de los cambios más fantásticos ocurridos a principios del siglo pasado.

Se trata de una exposición itinerante que podrá verse en el citado espacio hasta el próximo 13 de marzo y posteriormente visitará los centros culturales de la entidad en Zaragoza y Ciudad Real.

“Geografía Postal”
Sede de la Obra social de Caja Madrid.
Aranjuez.

martes, 18 de enero de 2011

La cara oculta de las "pinturas negras"

Un investigador descubre el estado original de la obra antes de su desastrosa restauración.

A los pocos años de que Goya finalizara las 14 Pinturas negras en la Quinta del Sordo, entre 1819 y 1824, el fotógrafo francés Juan Laurent pasó por allí y retrató el trabajo del aragonés, justo antes de que fueran arrancadas de sus paredes para conservarlas en un nuevo soporte, lienzo sobre bastidor. Lo que ha llegado a nuestros días no es más que una desastrosa restauración, revelada ahora gracias a una investigación digital sobre las placas fotográficas del francés, que afecta a las conclusiones sobre la última obra del maestro.
Carlos Foradada, pintor y profesor de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza, ha trabajado sobre la digitalización de las placas que se han ido recuperando poco a poco desde 1985. El investigador ha esclarecido el contenido de aquellas placas de cristal, que se conservan en el Instituto del Patrimonio Cultural Nacional, en Madrid, y que nadie había ampliado y restaurado con las nuevas tecnologías de la imagen. El resultado: los originales de Goya poco tienen que ver con la restauración que hizo el conservador del Museo del Prado Salvador Martínez Cubells (1845-1914), a finales del siglo XIX.


El restaurador hizo retoques y repintes "desafortunados" en los originales.

La histórica falta de aportación de este país a la investigación y desarrollo cultural hizo que de las tres maneras que se podrían haber extraído estas maravillas de la pintura mural de sus paredes originales se eligiera la más barata y menos efectiva. El barón francés Émile d'Erlanger compró la Quinta del Sordo en 1873 para financiar, además, el despegue de las Pinturas negras con la intención de llevárselas a París. Pero mostró cinco de ellas y el impacto no debió de ser del agrado del mecenas, así que D'Erlanger donó, afortunadamente, las pinturas al Estado español en 1881.

El procedimiento de separación que se utilizó strappo no requiere grandes preparativos y, además, posibilita el arranque de grandes superficies de pintura de una vez.

Aun cuando se ejecute en las mejores condiciones, el strappo no logra nunca arrancar la capa pictórica en todo su espesor.
De esta manera, las obras llegaron al Prado en un estado muy perjudicado y aquel académico de número de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando hizo más de la cuenta, según las conclusiones de este estudio, con la maltrecha obra.

Martínez Cubells intervino sobre las aportaciones originales de Goya con retoques y repintes. No hay más que acudir a lo que dicen las fotografías de Laurent: las transformaciones más notables son las realizadas en Duelo a garrotazos.
La primera y más llamativa de todas es que Goya no pintó a los personajes de Duelo a garrotazos semienterrados, sino sobre la hierba que cubre parcialmente sus piernas.
El historiador Nigel Glendinning ya había destacado las variaciones de los originales con respecto a las pinturas del Prado, pero sólo había podido trabajar con reproducciones de unas copias de mala impresión. Aun así ya se observaban los desperfectos.

Sólo ahora podemos comprobar cómo, por ejemplo, la mirada que Goya ideó para Saturno.
Otra de las escenas que ha sufrido transformaciones fue El Perro semihundido. La prolongación del cuello ha sido eliminada, así como el lomo del animal, que Goya solventó con una pincelada leve. El resto del paisaje, formado por la montaña y el cielo extraordinariamente ampliados sobre la vertical, ha sido totalmente repintado. es otra a la que conocemos: la dibujada por el restaurador es incierta y dubitativa, la de Goya es sorprendida.
Los criterios actuales que rigen la Restauración han cambiado de manera radical en los últimos años. Ahora se prima sobre todo el respeto por la obra y su originalidad; La mínima intervención, y la prohibición de reinterpretar de forma subjetiva ningún tipo de información perdida, evita el poner en peligro la autenticidad de la obra.

El uso de técnicas y materiales estables física y químicamente, reversibles, compatibles y debidamente documentados o contrastados, con el fin de evitar reacciones futuras, garantiza el cumplimiento de los criterios y la conservación del bien.

Pompeya


Las continuas lluvias acontecidas a finales del 2010 sobre la antigua ciudad de Pompeya, al sur de Nápoles, provocaron graves derrumbamientos en la “Casa de los Gladiadores y la “Casa del Moralista” en un yacimiento arqueológico de más de 2 mil años de antigüedad.

Se cree que las fuertes lluvias caídas en la región ablandaron el suelo, lo que podría haber provocado el desplome de partes de las paredes, fachadas o tejados.


Dichos derrumbes provocaron en su momento las críticas al gobierno de Berlusconi por el estado de abandono de estas áreas arqueológicas.

Y la oposición de centroizquierda pidió la dimisión del ministro italiano de Cultura, Sandro Bondi, argumentando que algunos de los sitios arqueológicos más importantes del país se encuentran en un estado deplorable debido a los recortes del Gobierno. Italia registra dificultades para preservar su gran patrimonio cultural y arqueológico ante la falta de fondos.


No en vano las áreas arqueológicas de Pompeya, Herculano y la Torre Annuciata figuran en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.

Pompeya pasó a ser una leyenda después de que quedara sepultada el 24 de agosto del año 79. Actualmente, los restos arqueológicos de la antigua ciudad son una de las principales atracciones turísticas del país.
Tras la restauración de los frescos, el pasado verano de 2010 se abrieron al público las llamadas Termas Suburbanas de Pompeya construidas en la edad Augusta (en la transición entre la República y el Imperio, entre 44 a.C y 14 d.C), y descubiertas en la década de los 50.

Miden unos 800 metros cuadrados y constan de tres locales principales: el vestuario (apodyterium), la piscina fría (frigidarium) y una de agua templada (tepidarium).

Tienen como característica más destacable, que en sus paredes, hay pinturas con un alto contenido erótico.

Se trata de termas privadas a donde acudían, por pocos centavos, sobre todo los navegantes al regreso de días de alta mar. Lo demuestra la ubicación al lado de la Puerta Marina, al principio de la calle que llevaba al puerto", explica el profesor Antonio Varone, director de las excavaciones de Pompeya. Es normal, entonces, que los marineros, antes de volver a la ciudad quisieran asearse, relajarse y, digamos, permitirse algún que otro placer.

"Hombres y mujeres accedían a los locales por la misma entrada: el vestuario era común, elemento no muy corriente. Allí se quitaban las vestimentas y las sandalias y reponían sus pertenencias en las taquillas". Justo encima de los armaritos donde guardaban la ropa durante el baño, hay 16 pequeños frescos cuadrados -cada uno se corresponde con una taquilla- con las escenas eróticas. Se conservan sólo ocho, mientras que quedan rastros del resto.

Las pinturas están dispuestas en un crescendo de intensidad y de número de personas involucradas en la práctica sexual. Se cree que era una especie de juego irónico que permitía individualizar y acordarse con facilidad en qué armario se había dejado la ropa. Más que en los números marcados en las puertas, los marineros debían fijarse en la escena. No se deja lugar alguno a la imaginación. El poeta desnudo, felación, amor sáfico, amor de grupo... son algunas de las representaciones que servían, según los especialistas, también como catálogo de los servicios prestados en el interior.

Otro dato interesante es que estas termas se encontraban tan arrimadas a la muralla de Pompeya que resultaron ser construcciones ilegales. El propietario las había edificado en terreno público y se han encontrado los documentos que confiscaban una parte del edificio. Por ese motivo, estaban a punto de destruirlas. Claro que la erupción del volcán que destruyó completamente Pompeya se adelantó a este propósito, y las termas quedaron completamente sepultadas.

Sin duda alguna visitar Pompeya es casi una obligación para quienes viajan a Italia. Es terrible que una mala gestión y conservación de nuestro patrimonio pueda destruir lo que el volcán nos dejó hace 2000 años. Ahora hay un motivo más para conservarla.



domingo, 16 de enero de 2011

Matisse en la Alhambra

La muestra está compuesta por casi un centenar de obras que incluyen fotografías, óleos, litografías, cerámicas y esculturas. Entre ellas puede verse por primera vez los tres cuadros que pintó en nuestro país, concretamente en Sevilla, junto a su amigo Francisco Iturrino en un estudio que ambos compartieron en la ciudad de la Giralda. 60 piezas de arte islámico de gran valor artístico, como cristales, bronces, tapices, miniaturas, celosías, cerámicas y objetos de madera. Así como cartas, postales y fotografías personales del autor, procedentes de los archivos Matisse en Issy-Le-Molineau, y otros objetos de contexto, como tejidos que coleccionó a lo largo de su vida. Entre ellos se pueden apreciar mantones de Manila, tapices de la Alpujarra y telas hispanomusulmanas.
Con todo ello se ha intentado reconstruir el viaje de Matisse a la Alhambra, que aunque solamente duró tres días, tuvo gran impacto en uno de los grandes pintores de la vanguardia contemporánea, y que se puede apreciar en la emoción que el artista expresa en sus cartas.
Al no existir fotografías de Matisse en España, las evidencias de ese viaje han tenido que buscarse en la correspondencia del artista y en los archivos de la familia. María del Mar Villafranca ha contado con la colaboración del profesor Francisco Jarauta, catedrático de Estética de la Universidad de Murcia, para  revelar los propósitos de ese viaje y las consecuencias para su trabajo posterior.  Se consultaron los archivos de Matisse en Issi les Molineux, el archivo Pushkin de Moscú  y la sección de raros de la biblioteca Beineche de la Universidad de Yale, donde se conserva la mayor parte de la correspondencia que mantuvo Matisse con su familia y amigos durante ese viaje.

El descubrimiento hace años de la firma de Henri Matisse en el libro de visitas de la Alhambra, fue el punto de partida de una investigación que ha llevado a reconstruir los propósitos de su viaje a España, y la influencia de esta experiencia en su obra. 
Al no existir fotografías de Matisse en España, las evidencias de ese viaje han tenido que buscarse en la correspondencia del artista y en los archivos de la familia. María del Mar Villafranca ha contado con la colaboración del profesor Francisco Jarauta, catedrático de Estética de la Universidad de Murcia, para  revelar los propósitos de ese viaje y las consecuencias para su trabajo posterior.  Se consultaron los archivos de Matisse en Issi les Molineux, el archivo Pushkin de Moscú  y la sección de raros de la biblioteca Beineche de la Universidad de Yale, donde se conserva la mayor parte de la correspondencia que mantuvo Matisse con su familia y amigos durante ese viaje.

Detalle de una de las cartas escritas desde Granada por Matisse, describiéndole a su mujer los    objetos que había comprado en los anticuarios de La Alhambra.
Por esas cartas sabemos que el viaje arrancó en París en noviembre de 1910. Llegó a Madrid en tren, visitó El Prado y, desde allí, viajó hasta Sevilla, donde se encontró con su amigo el pintor Iturrino y el francés Auguste Breal. En Granada tan solo estuvo tres días. Llegó el 10 de diciembre y desde el primer momento quedó fascinado por todo lo que veía. “ (…) La Alhambra es una maravilla. Allí he sentido una gran emoción …()
El viaje a España fue el comienzo de un nuevo ciclo pictórico en la vida del artista.  Aunque el pintor visitó otras ciudades como Madrid, Toledo, Sevilla, Málaga ó Córdoba, fue la visita a la Alhambra de Granada los días 9, 10 y 11de diciembre de 1910, lo que emocionó a Matisse, al descubrir los sistemas decorativos del monumento nazarí, junto con su peculiar arquitectura y luminosidad.

Matisse fue uno de los primeros turistas que visitó La Alhambra, recién inaugurada como monumento turístico. Sabemos que pagó entre una y diez pesetas por la entrada y que hacía muy mal tiempo. Por las cartas conocemos también que se instaló en la pensión Carmona, en la Calle Real de la Alhambra, que desde su ventana podía ver la nieve de Sierra nevada y que en las tiendas de anticuarios del recinto compró azulejos, tinteros y botes de vidrio que envió a portes debidos a su mujer. También que en Madrid adquirió un mantón de Manila y una alfombra de Las Alpujarras, que utilizaría constantemente en los cuadros que pintó a partir de aquel viaje; un viaje completamente fértil que marcó el comienzo de una etapa enormemente creativa con piezas magistrales como el Atelier Rouge.

Más tarde, de vuelta a su taller en Niza, arrancó otra fase más evocativa, más de salón, que en esta exposición denominan Paisaje Interior. Un paisaje que él puebla de odaliscas como si fuera un harem en un ambiente intimista que pudo evocar en la Alhambra o en Marruecos. Pero lo cierto es que hay unas correspondencias muy claras entre los aspectos formales de la sala de los baños de La Alhambra y esas otras salas en las que ubica a sus odaliscas.

Cuarenta instituciones de prestigio internacional como el Museo del Hermitage, el MOMA de New York, el Metropolitan, el Louvre de París, o el Pushkin de Moscú y coleccionistas privados como la Baronesa Thyssen-Bornemisza o Claude y Bárbara Duthuit, herederos del pintor francés, han apoyado este proyecto de gran complejidad en cuanto a su producción, por el número de préstamos y su localización geográfica.

Del 15 de octubre hasta el 28 de febrero de 2011.
Museo de Bellas Artes de Granada, que está ubicado dentro del Conjunto Monumental de la Alhambra.

 


jueves, 13 de enero de 2011

Hallan el exoplaneta más parecido a la Tierra

Bautizado como Kepler 10b, es el planeta rocoso más pequeño de los más de 500 detectados en los últimos años.  Su diámetro equivale apenas a 1.4 veces el terrestre y no hay posibilidad de que exista vida en él ya que la temperatura media sobre  su superficie es superior a los 1600 grados centígrados. Sus años son sólo de 0,84 días, lo que significa que está 20 veces más cerca de su estrella que Mercurio del Sol. El calor allí será abrasador.
Kepler 10b se halla en la constelación del Cisne, a unos 560 años luz de nosotros.

Recreación del planeta Kepler fuera de la órbita solar.


Se trata de  la primera misión de la NASA que busca exoplanetas de un tamaño similar a la Tierra. Para la NASA, además, tan interesante como el planeta es la propia estrella, una de las más brillantes localizadas por el telescopio y, por tanto, en la que resulta más fácil detectar variaciones que permiten precisar las características de los astros que la orbitan.


El planeta rocoso gira alrededor de una joven estrella

“Las mejores capacidades del Kepler han aportado la primera evidencia sólida de un planeta rocoso que gira alrededor de una estrella que no es nuestro Sol», explica Natalie Batalha, investigadora de la NASA. «El hallazgo de Kepler-10b es un hito importante en la búsqueda de planetas similares al nuestro».

Múrice solidario: 35 segundos, el drama persiste.

Se cumple el aniversario del terremoto que resquebrajó al país más pobre del hemisferio norte, Haití. 12 meses después, sólo se ha recogido el  4% de los escombros que dejó tras de sí el seísmo, una cifra ridícula que hace que resten 19 millones de metros cúbicos de las calles.
188.000 edificios fueron destruidos o gravemente dañados. Cruz Roja Internacional prevé que para limpiar los escombros se necesitan 300 camiones trabajando siete días a la semana durante diez años. La ONG estima que un millón de personas duerme en tiendas y hay 380.000 niños viviendo en los campamentos al aire libre.
El caos que aún reina en el país y la insuficiente inversión en infraestructuras de agua y saneamiento ha derivado en nuevos problemas: un aumento de la violencia, saqueos y enfermedades, tales como la plaga de cólera que ya se ha llevado la vida de más de 3.600 personas.
Más de la mitad de los niños de Haití sigue hoy desescolarizados y uno de cada tres menores de cinco años sufre desnutrición crónica, asegura Unicef. Las mujeres han sido de las más perjudicadas tras el seísmo, se han aumentado las desigualdades que ya existían.  El 26% de los partos hace un año no eran atendidos por personal sanitario, una cifra que hoy es mayor.
Haití pidió ayuda a todo el mundo y la mayoría respondió. Fueron millones las aportaciones que se recibieron, llegando incluso algunas ONG a verse desbordadas. En un mes las organizaciones españolas recaudaron unos 72 millones de euros, según la Asociación Española de Fundrasing.
Sin embargo, el país tardará décadas en vencer la tragedia. Acelerar el proceso político,  invertir más fondos específicos en el cólera o condonar la deuda externa, son las claves para que Haití logre, de una vez por todas salir del pozo.
  • La UCAM ha acogido este miércoles un acto en recuerdo de las víctimas del terremoto de Haití, con motivo del primer aniversario, en el que miles de alumnos, junto a profesores y personal de la Universidad, han encendido velas en memoria de las víctimas y han realizado un minuto de silencio, según han informado fuentes de la institución docente en un comunicado. 
  • Concierto Benéfico: Iguana tango, Iván Ferreiro y Despistaos participarán en un concierto benéfico que recogerá fondos para los afectados por el terremoto de Haití, el próximo 18 de enero en la sala Caracol de Madrid.
           

lunes, 10 de enero de 2011

Eliminación de segundos soportes en un documento gráfico


Una de las mayores complejidades a la que nos enfrentamos los restauradores de documento gráfico cuando nos llega una obra montada en un segundo soporte, es la toma de decisiones en cuanto si éste debe o no eliminarse y  cómo esta decisión influirá al tratamiento posterior que el trabajo requiere.

            Saber escoger entre los distintos métodos existentes el más adecuado, valorar las ventajas e inconvenientes, el tipo de documento y de soporte al que pertenece, la forma de adhesión y los componentes de tipo estético e histórico, son entre otros, factores que determinarán el éxito de nuestra labor de restauración y conservación de un Bien Cultural.

         De esta manera debe realizarse la eliminación de un segundo soporte si la mala calidad de los adhesivos provoca migraciones y manchas sobre el original, si  la composición de ese soporte al que viene adherido el documento está produciendo daños considerables sobre el mismo o si está limitando los trabajos de restauración.
            Encontramos ocasiones en que estos montajes son intrínsecos a la estética y la historia de la obra por lo que ésta y el entorno deben ser considerados como una entidad total. En  estos casos en los que el propio  soporte nos aporta algo acerca de su contexto cultural, sí debería ser preservado.

            Entre todos los montajes la madera es sin duda uno de los más problemáticos debido principalmente a los daños que produce al original  y a la dificultad que supone  extraerlo. Se trata de un material muy higroscópico  al igual que los soportes de telas orgánicas (seda, algodón o lino). Como consecuencia  ambos se ven  afectados por los cambios de humedad relativa. Éstos van a reflejarse también en el grado de conservación de la obra a la que se encuentre adherida provocando en ocasiones la interrupción de la legibilidad de la imagen o del texto.
            El cartón es el montaje más común de las obras pues le confieren cierta estabilidad y rigidez. Sin embargo elementos que lo componen tales como alumbre, colofonia, elementos clorados o lignina no son los más adecuados y pueden llegar a transferirle serios daños al original.
            La dimensión de la obra también es otro factor importante. Los grandes formatos dificultan las técnicas de extracción e impiden  llevar a cabo tratamientos de restauración necesarios como por ejemplo técnicas acuosas por inmersión en baño, cuando éstas son el único medio  de eliminar el montaje. En tal caso habrá que buscar otros procedimientos alternativos (Gore Tex como método de humectación de un gran formato.
            Igualmente,  la naturaleza de las tintas y de los adhesivos  nos dan las pautas concretas a la hora de elegir el tratamiento y el disolvente más adecuado para la eliminación del segundo soporte.
           

Laminación de protección y separación de la obra

            Principales técnicas de separación son por ejemplo el desmontaje mecánico o en seco. Esta técnica se utiliza en los casos en los que el montaje se trate de tela, papel o cartón y no venga fuertemente adherido a la obra.  Se actúa desde el reverso con la ayuda de espátulas, bisturís o cualquier otra herramienta que nos facilite la tarea de separación.  El Desmontaje mediante una laminación de protección se efectúa para dotar a una obra cuyo estado de conservación no sea adecuado de un refuerzo total, además de facilitar la labor de extracción. Ésta se puede llevar a cabo en obras enteladas, o bien que aparezcan adheridas a una madera.  La utilización de disolventes puede realizarse mediante aplicación directa, papetas, o mediante un tratamiento de inmersión del objeto a tratar. Con esta técnica  actuamos directamente sobre los adhesivos que fueros utilizados para pegar la obra a ese soporte. 

Montaje en cartón de mala calidad y separación mediante disolventes


 La utilización de sistemas de humedad controlada permite actuar sobre documentos especialmente sensibles al agua sin perjudicarles. Encontramos diferentes sistemas como el lápiz de vapor  utilizado especialmente en obras adheridas  a sus segundos soportes mediante adhesivos proteínicos, la cámara de humectación para documentos a los que no  se les puede aplicar otra técnica debido a la posibilidad de sufrir un corrimiento de tintas, pigmentos, o el Gore-Tex  sistema de membranas textiles que permiten humectar la obra sin llegar a mojarla.


Ejemplo de cámara de humectación


            Por último, mencionar igualmente el sistema de desmontaje mediante lápiz de calor sistema que  puede ser útil para ejemplos en  los que  el original esté sujeto con celo u otra cinta adhesiva, sobre todo si todavía están suaves y flexibles, o  el uso de las técnicas enzimáticas, tratamiento utilizado para reversibilizar adhesivos naturales (almidón o colas proteínicas) cuando resulta difícil su eliminación debido al envejecimiento de los mismos.


            Por tanto,  mediante una profunda observación y estudio de ese Bien Cultural, se podrá determinar  lo que constituye mejor para la conservación y preservación  de una obra montada sobre un soporte.

 Próximamente el trabajo completo en:  http://www.murice.es/















domingo, 9 de enero de 2011

Nuestro patrimonio oral


            Se estima que a lo largo de este siglo puede haber desaparecido el 90 por 100 de las 6000 lenguas habladas hoy en todo el planeta. Según una investigación de la UNESCO, cada quince días hay una lengua que desaparece en algún lugar del mundo.
                Hasta las grandes conquistas de finales de siglo XV, el planeta contaba con una diversidad lingüística mucho más importante que actualmente. A lo largo de los tres últimos siglos, centenas de lenguas han desaparecido, pero en el siglo XX las cosas se aceleraron, y se cuenta con que el siglo XXI sea el testigo de un desastre sin vuelta atrás.

                En América del Norte, se contabilizaba aproximadamente 600 o 700 idiomas antes de la llegada de los europeos. En medio del siglo XX, sólo quedaban 213. Con la generalización del inglés como lengua de comunicación global, esta cifra no ha dejado de caer desde hace 50 años y solo uno de esos idiomas ya no es considerado hoy día como amenazado : el kalaallisut (idioma inuit, de la familia de los idiomas Eskimo-aleútes) en Groenlandia.

                En la época precolombina existían 1200 idiomas en Brasil. Hoy solo quedan 170, y la mayor parte de ellos en vía de extinción. Cerca de la mitad de estas lenguas, situadas en regiones poco accesibles, aún no han sido estudiadas.
                En Uruguay, la población indígena desapareció en su totalidad y ningún idioma indio indígena ha subsistido.

                En Europa la familia de los idiomas célticos (irlandés, escocés, galés, córnico y el bretón) es el único grupo dentro de las lenguas indo-europeas que se halla en peligro en su totalidad, aunque hay más de cuarenta idiomas indo-europeos en peligro. Otro grupo que corre el riesgo de extinguirse en su totalidad, es el de las lenguas sami (a veces consideradas como un conjunto de dialectos), que pertenecen a la familia de las lenguas urales. Otras veinte lenguas urales están en peligro también. A estas lenguas hay que añadir el eusquera (el idioma vasco), que no pertenece a ninguna familia catalogada.
                Hasta el año 1826, el bretón estaba hablado por más de un millón de personas. Ahora, solo quedan 200 000 y la mayor parte de los locutores tiene más de 60 años. El bretón está clasificado por la UNESCO como “lengua en gran peligro”.

                En la actualidad, hay unos 553 idiomas que son hablados por menos de 100 personas, lo que los coloca en un inminente peligro de extinción. Hay situaciones más dramáticas como la del bishuo, que únicamente es hablado por un padre y un hijo en una remota aldea de África, o el eyak, en Alaska, del que queda una única hablante, una mujer de 85 años que se despidió de los lingüistas que la entrevistaban con un nostálgico: “Es terrible saber que estoy tan sola”.
                Se calcula que sólo entre 1970 y 1985 dejaron de hablarse 1800, entre otras el manx, un dialecto de la isla de Man, en el mar de Irlanda que se extinguió en 1974 al morir la última persona que lo hablaba.
                En todo el mundo, investigadores, lingüistas y antropólogos están en una carrera contra el tiempo para salvar la diversidad lingüística del planeta. Con esos idiomas, van a desaparecer fragmentos enteros de las culturas de la humanidad. Ellos son nuestra herencia común, transmitidos a nosotros de generación en generación, por lo que forman también parte inmensa de nuestro patrimonio cultural.


“Una lengua es mucho más que un instrumento de comunicación, es también el vector de una manera de pensar, de una cultura, el depositario de la historia de un pueblo, de una mitología, de una cosmogonía, de una música… No sólo se pierden las palabras con una lengua, sino también una mirada sobre el mundo.”

Los tres cerebros del hombre

Algunos científicos consideran que la persona humana es poseedora de tres cerebros superpuestos. El cerebro humano está formado por varias zonas diferentes que evolucionaron en distintas épocas. Cuando en el cerebro de nuestros antepasados crecía una nueva zona, generalmente la naturaleza no desechaba las antiguas; en vez de ello, las retenía, formándose la sección más reciente encima de ellas.

            Esas primitivas partes del cerebro humano siguen operando en concordancia con un estereotipado e instintivo conjunto de programas que proceden tanto de los mamíferos que habitaban en el suelo del bosque como, más atrás aún en el tiempo, de los toscos reptiles que dieron origen a los mamíferos
.



            El primero compartido por los reptiles, el más primitivo, es el que facilita las actividades en forma de estímulo-respuesta. Su capacidad para el aprendizaje es escasa, casi inapreciable, es la parte más antigua del cerebro y se desarrolló hace unos 500 millones de años. Se encuentra presente primordialmente en los reptiles. Los reptiles son las especies animales con el menor desarrollo del cerebro. El suyo, está diseñado para manejar la supervivencia desde un sistema binario: huir o pelear. Tiene un papel muy importante en el control de la vida instintiva. Se encarga de autorregular el organismo. En consecuencia, este cerebro no está en capacidad de pensar, ni de sentir; su función es la de actuar, cuando el estado del organismo así lo demanda.
Es el impulso por la supervivencia: comer, beber, temperatura corporal, sexo, territorialidad, necesidad de cobijo, de protección... Es un cerebro funcional, territorial, responsable de conservar la vida. Por decirlo de alguna forma rápida en este primer cerebro es una herencia de los períodos cavernarios, donde la supervivencia era lo esencial.

            El segundo cerebro corresponde al sistema límbico, propio de los mamíferos, capaz de proporcionar bases biológicas para procesos como el mantenimiento constante de la temperatura corporal aunque el entorno varíe. Permite procesos como el aprendizaje, la memoria y la expresión emocional. Puede afirmarse que este cerebro posee la característica de incorporar al presente  lo ocurrido en el pasado. Su función principal es la de controlar la vida emotiva, lo cual incluye los sentimientos, la regulación endocrina, el dolor y el placer. Puede ser considerado como el cerebro afectivo, el que energiza la conducta para el logro de las metas -motivación-. El desbalance de dicho sistema conduce a estados agresivos, depresiones severas y pérdida de la memoria, entre otras enfermedades. Este segundo cerebro, es el que permite sentir.
Su carácter más específico desde el punto de vista temporal es la capacidad de poner el pasado en el presente (aprender, memoria)

            Y el tercero que corresponde especialmente a los polos frontales del cerebro humano, permite anticipar, incluir en el presente, no sólo el pasado sino también el futuro. Caracterizado también por hacer posible otras actividades como el desarrollo del sentido del humor, formas complejas de comunicación y la actividad simbólica.

            Los tres soportan las reacciones instintivas, los estados emocionales y la actividad cognitiva respectivamente. En la medida en que la persona toma decisiones usando preferentemente uno de ellos es descrita como impulsiva, sentimental o racional.




domingo, 2 de enero de 2011

LA PIEZA DEL MES: LAS MUY RICAS HORAS DEL DUQUE DE BERRY

Este libro es uno de los más célebres manuscritos del medievo y se conserva en el museo Condé del castillo de Chantilly, cerca de París. 
UN LIBRO DE HORAS
Un libro de horas es un libro con las oraciones, que se debían rezar en 7 momentos del día (horas canónicas: Cruce a medianoche, Laudes hacia las 3:00 h., Prima hacia las 6:00 h., Parte hacia las 9:00 h., Sexta al mediodía, Monja hacia las 15:00 h., Vísperas hacia las 18:00 h., Complies hacia las 21:00 h.) . Además los libros de horas siguen el calendario.
Estos textos para laicos, eran más cortos que los que usaban los clérigos y alcanzaron su máximo esplendor entre 1350 y 1480, al final de la Edad Media. Los nobles y poderosos llegaron a encargar piezas de gran calidad, muy ricas e iluminadas (de hecho muchos aprendían a leer con este tipo de libros)
Su realización se organiza en cinco etapas:
1) Maqueta: señala los sitios reservados a las miniaturas.
2) Caligrafía.
3) Capitales e Iniciales decoradas.
4) Miniaturas: ejecución de los fondos, cielo, paisaje, monumentos,... y en último lugar los personajes. Las miniaturas constituyen un importante documento sobre las actividades, grupos sociales, vestimentas, costumbres y gustos de la época. 
5) Decoración de los márgenes.
LA OBRA
El libro de “Las muy ricas horas”, es probablemente el manuscrito iluminado más importante del siglo XV. Fue encargado por el Duque de Berry, hacia 1410 y realizado por los hermanos Limbourg (aunque estos no llegaron a ver la obra terminada)
Se compone de 206 pliegos de 29 por 21 centímetros. Incluye 66 grandes miniaturas y 65 más pequeñas, 300 letras capitales doradas y 1800 cenefas doradas
Realizado sobre una vitela muy fina, no ha necesitado restauración alguna después de 6 siglos.
Escrito en latín, destaca por sus ilustraciones de salmos y sobre todo por las de su calendario, con representaciones de los distintos meses del año. Estas reflejan un mundo rural donde la riqueza se basa en la tierra, y la importancia de  un señor feudal se mide por su número de su vasallos, la amplitud de sus tierras y la cantidad y tamaño de sus castillos.
Cada uno de los 12 meses del año ocupa 2 páginas del manuscrito. En el anverso se encuentra el calendario propiamente dicho, con el número de días del mes solar y lunar, las fiestas y los santos de cada día, la duración del día en horas y en minutos y también el calendario romano. En el reverso, se ilustra cada mes con una miniatura a folio completo. Todas están estructuradas de la misma forma: tímpano superior con las indicaciones astronómicas, del zodíaco y un hombre, sobre un carro tirado por 2 caballos, que lleva un sol. 
MES A MES
Enero
En los calendarios de los libros de Horas, el mes de enero es ilustrado tradicionalmente por una escena de comida en un interior.
Aquí vemos al duque de Berry, representado de perfil como un emperador romano, sentado mientras sus cortesanos le ofrecen presentes para agradecerle su protección.
El día de Año Nuevo  de 1415 se celebró con más fasto que nunca ( es el final de tres años de guerra entre Armagnacs y Bourguignons.
Se sabe, por los libros de contabilidad, que ese año, el duque recibió 27 presentes. Entre los donantes figuran a Charles de Orleans, los padres de Jean y el cardenal de Pisa.
Febrero
La escena representa la dureza de la vida de los campesinos en invierno.
El artista introduce una innovación, ya que muestra una escena de interior y de exterior a la vez.
La paleta de los colores utilizados para las prendas de vestir destaca la diferente condición social de estos personajes frente a los del mes de Enero.
Marzo
Representa los trabajos agrícolas: en primer plano un campesino ara el campo, otros cortan la vid, otro se dispone a sembrar; al fondo, un pastor, su perro y el rebaño.
Al fondo la fortaleza de Lusignan (reino de Poitou), una de las residencias favoritas del duque de Berry.
Abril
Mes de las peticiones de mano, la escena muestra en primer plano el intercambio de anillos, en el que está presente el Duque.
A la derecha también vemos la tradicional recogida de flores.
En segundo plano el castillo de Dourdan, propiedad de Jean de Berry, y destruido en 1411 (para otros investigadores, se trataría del castillo de Pierrefonds, propiedad de Louis de Orleans).
Mayo
Ilustrado por la fiesta del 1 de mayo, que era entonces la fiesta del amor: la tradición decía que príncipes y señores fueran a un bosque vecino para cortar flores, con las que decorar sus casas.
En este caso se trata de una fiesta en el honor de la hija del Duque, Marie, y de su esposo, Jean de Borbón.
El castillo situado en el fondo es el Palacio de la Cité en París, donde entonces se asentaba el poder político.
Junio
La imagen habitual del mes de junio es la henificación o el esquilado de las ovejas; en este caso se representa lo primero al borde de Sena.
Se repite al fondo el Palacio de la Cité, aunque destaca la Sainte-Chapelle.
Julio
Representación de otros trabajos agrícolas, junto al castillo de Poitiers, mandado construir por el duque de Berry a final del siglo XIV.
Agosto
Muestra varias escenas:
- caza: actividad reservada a la nobleza en la época. Utilizaban rapaces y a halcones domesticadas para ahuyentar a grandes pájaros. El halcón simbolizaba la valentía y la concordia ( los tres jinetes llevan uno)
- baño en el río, para hacer frente al calor del verano.
- trabajo en el campo.
Al fondo el castillo de Étampes, que el duque de Berry había adquirido en 1400, a la vez que todo el condado.
Septiembre
Muestra la vendimia, junto al castillo de Saumur, construido a petición de Luis II de Anjou.
Entre las vides y el castillo, se ve la zona donde se desarrollaban los torneos.
Octubre
De nuevo escena de labor al borde del Sena, cerca Hotel de Nesle, ante las murallas del Louvre, potente fortaleza, reconstruida por Carlos V.
Noviembre
Contrariamente al resto del calendario, la escena no tiene por marco un lugar famoso. Es un paisaje imaginario, realizado ya por Jean Colombe en los años 1480.
Un campesino acompañado de un perro, alimenta a una piara de cerdos.
Esta escena hace mención a la parábola del Hijo Pródigo.
Diciembre
El último mes del año representa una escena de montería. El negro jabalí, símbolo del rey de Inglaterra no fue elegido por casualidad; ya que al fondo vemos el castillo de Vincennes acabado por Carlos V para almacenar su tesoro (junto con el Louvre, las dos grandes fortalezas que defienden París)

CONTEXTO
El libro se realizó durante una época muy agitada social y políticamente en Francia. Largas  guerras arruinan la agricultura, causando hambre, pestes y diezmando a un tercio de la población del reino.
La guerra de los Cien Años (1337-1453, enfrentó a ingleses y franceses) y la guerra civil (1407-1435 entre Armagnacs, encabezados por Jean de Berry y Bourguignons, mandados por su sobrino Jean sin Miedo) someten a la población a una inseguridad casi continua, y negativa para la prosperidad y la realización de cualquier actividad.

BERRY
Jean de Berry (1340-1416), fue un noble de azarosa vida. Tercer hijo del rey de Francia, Juan II el Bueno, y hermano de su sucesor Carlos V el Sabio; siempre amó los lujos, la música, la literatura y la pintura. Su vida fue un continuo trasiego, pero pasó gran parte de la misma en sus grandes castillos.
Su talante conciliador hizo que gran parte de su vida intentara restablecer la paz interna del reino, rota sin cesar por la rivalidad existente entre las casas de Armagnacs y Bourguignons.
El asesinato de Luis de Orleáns y las ambiciones de Juan sin Miedo, le obligaron, hacia el fin de su vida, a tomar partido políticamente. Desde entonces, y también a causa de su matrimonio con Juana de Armagnac, se erigió como jefe de los Armagnacs (detestadísimos no sólo por los campesinos franceses sino también por casi toda la burguesía parisina)
Por otro lado también fue un delicado coleccionista de arte. Preocupado por la estética en todos los ámbitos y niveles, gastaba casi todo su tiempo, dinero e influencia en rodearse de lujo. Compró numerosos libros y obras de arte y mantuvo una permanente fiebre constructora de palacetes y castillos. Su principal maestro de obra era Guy de Dammartin. Pero también estuvo rodeado de pintores y escultores. Entre éstos, Jean de Cambral o Claus Sluter.
Amante de los libros, trajo a iluminadores italianos para mejorar su biblioteca. Entre los numerosos artistas iluminadores que trató y cobijó se encontraban Jacquemart de Hesdin y los hermanos Limbourg. En su biblioteca era posible hallar obras de Aristóteles, de los clásicos latinos y abundantes novelas de caballería, además de un centenar de libros religiosos, entre ellos quince libros de horas.

HERMANOS LIMBOURG
Los artistas a los que el Duque de Berry confió la tarea de iluminar el libro procedían de Nimega, cerca del Rhin, en la región de Flandes.
De los tres hermanos, Paul, Jean y Herman, el primero por su técnica y talento, fue pronto considerado ayudante de cámara del Duque. Los hermanos llegaron a ser muy populares incluso en vida; ya el cronista Guillebert de Metz, en su Descripción de París de 1434, nombra a “tres célebres hermanos iluminadores”.
Fueron originales, visionarios e incluso revolucionarios. Las escenas místicas del calendario sustituyen a las tradicionales; los encuadres; la aparición del paisaje, técnica ya pre-renacentista importada de Italia; la mezcla de la elegante vida cortesana y el realismo crudo de los campesinos; desnudos muy cercanos a los de la Antigüedad y ropas coloristas, moda de la época… El objetivo de la obra era ser el libro de horas más espectacular y hermoso que se pudiese crear.
La paleta de colores utilizada por los autores es muy rica. Emplearon materias minerales, plantas, así como goma arábiga. Destaca sobre todo el uso de lapislázuli, entonces costosísimo mineral traído de Oriente, que da un tono general a toda la obra. También se usó mucho oro y malaquita, para los verdes.
Además de esta, realizaron otras obras para su mecenas, entre las que destacan las Bellas Horas.
Los tres pintores murieron, probablemente de peste, en el año 1416, dejando inacabada la obra; el propio Duque no tardaría en seguirlos, en el mismo año, quedando la obra inconclusa, hasta 70 años después, hacia 1485. 
El nombre del iluminador de la segunda serie de ilustraciones fue revelado por el historiador de arte Paul Durrieu tras una rigurosa investigación (comprobó que el pintor tenía lazos familiares en la ciudad de Bourges y que había trabajado para el Duque Carlos). Se trata de Jean Colombe, que rechazó la imitación y eligió trabajar con un estilo más contemporáneo. El gusto y las modas habían evolucionado, y además el uso de colores más vigorosos y violentos, supone una reacción contra las anteriores. Sin embargo, en algunos aspectos la obra se ciñe todavía a la ortodoxia: los horizontes vaporosos de los paisajes.

RECORRIDO DEL LIBRO
Una vez terminada la obra, sus avatares materiales fueron incontables. Cuando murió Margarita de Austria, gobernadora de los Países Bajos, en 1530, el códice fue entregado Jean Ruffaut, tesorero general del mismísimo Emperador Carlos V. Durante el siglo XVII la pista del códice se pierde, y en el siglo siguiente se añade al libro el escudo de armas de los Spínola, ilustre familia guerrera de los Países Bajos. De allí fue de un propietario a otro a lo largo y ancho de Europa, hasta terminar siendo propiedad del Barón Félix de Margherita residente en Turín. El Duque de Aumale, que supo de su existencia casi por casualidad mientras viajaba por Europa, quedó entusiasmado por él y lo compró en 1856,  llevándolo a Inglaterra. En 1830 heredó los bienes del último príncipe de Condé, entre los que se encontraban el castillo de Chantilly y su fabulosa biblioteca. De esta forma llegó a poseer ocho cientos manuscritos.
A su muerte en 1897 donó todo a la Academia Francesa. Pero en su testamento prohibió expresamente la exposición de su legado en el exterior.
Desde entonces “Las muy ricas horas” se conservan en Chantilly, a 50 Km. de París; sólo se han expuesto en una ocasión en 2004.

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