En Egipto las letras alcanzaron un desarrollo y valor considerable, no sólo en el campo religioso sino también en el científico y literario. El soporte de esa escritura fue la planta de papiro que crecía en el valle del Nilo. El Cyperus papyrus, de la familia de las ciparáceas, esta planta esta considerada como una de las mas antiguas, y es muy importante en la historia del libro.
Los antiguos egipcios, gracias a su nivel de cultura y civilización, descubrieron muy pronto los méritos de tal arbusto y lo utilizaron para necesidades cotidianas casi durante cuatro mil años. La utilización más importante del papiro en Egipto fue la de ser soporte de escritura. La fabricación de este soporte se realizaba cortando solamente el tallo, se introducía primero en agua, después se le quitaba la corteza verde y se cortaba en tiras de 25 mm de ancho. Las tiras obtenidas se extendían en una superficie plana y se mojaban con agua del Nilo, sobre esta capa se ponía otra en sentido transversal y uniéndolas mediante presión se dejaban secar al sol. Se obtenía así una hoja compacta que se aplanaba con un martillo, se pulía y alisaba con un instrumento de marfil, después se cortaba para obtener hojas de un mismo formato, finalmente las hojas se envolvían con forma de rollo y algunos se comercializaban.
La tonalidad más blanca y delgada de los rollos estaba destinada a la escritura de los libros sagrados y la tonalidad más oscura a los de tipo ordinario. El "libro" egipcio tenia forma de rollo formado generalmente por hojas enrolladas alrededor de una varilla de madera, hueso o marfil.
La escritura se trazaba paralelamente a las fibras horizontales por lo general solo en una de las caras de la hoja, formando columnas. Las columnas se llamaban paginae y también schedae, la primera hoja se conocía como "protocollo", la ultima por "excatocollo".
La longitud del rollo variaba según la necesidad, la escritura utilizada en los papiros no era igual a la de los jeroglíficos de las inscripciones, sino que más bien presentaba una forma más rápida y fácil de comprender, se llamaba hierática (sacerdotal). Solo en épocas sucesivas se utilizó una escritura más cursiva llamada demótica (popular). Para escribir, los escribas egipcios utilizaban una varilla de bambú cortada transversalmente que, girada en diferentes sentidos, podía formar trazos gruesos o finos.
La tinta se preparaba con hollín o carbón vegetal, extraído de los utensilios de cocina y tratado con una ligera solución de cola. La tinta roja se utilizaba para los títulos y los comienzos de capítulo.
El rollo de papiro se conservaba en una especie de recipiente de madera o de arcilla. La mayor parte de los papiros se han conservado gracias a la costumbre religiosa según la cual tenían que depositarse en la tumba. Los así llamados "libros de los muertos".
Estos libros eran rollos de papiro realizados por sacerdotes que los hacían dejando en blanco solo el nombre del fallecido y los adornaban con dibujos más o menos elaborados según la categoría del destinatario, también se encargaban de su venta siendo esta la única forma de comercio de libros conocida en el antiguo Egipto. Por otro lado las bibliotecas egipcias estaban asociadas a los templos.
Los antiguos egipcios, gracias a su nivel de cultura y civilización, descubrieron muy pronto los méritos de tal arbusto y lo utilizaron para necesidades cotidianas casi durante cuatro mil años. La utilización más importante del papiro en Egipto fue la de ser soporte de escritura. La fabricación de este soporte se realizaba cortando solamente el tallo, se introducía primero en agua, después se le quitaba la corteza verde y se cortaba en tiras de 25 mm de ancho. Las tiras obtenidas se extendían en una superficie plana y se mojaban con agua del Nilo, sobre esta capa se ponía otra en sentido transversal y uniéndolas mediante presión se dejaban secar al sol. Se obtenía así una hoja compacta que se aplanaba con un martillo, se pulía y alisaba con un instrumento de marfil, después se cortaba para obtener hojas de un mismo formato, finalmente las hojas se envolvían con forma de rollo y algunos se comercializaban.
La tonalidad más blanca y delgada de los rollos estaba destinada a la escritura de los libros sagrados y la tonalidad más oscura a los de tipo ordinario. El "libro" egipcio tenia forma de rollo formado generalmente por hojas enrolladas alrededor de una varilla de madera, hueso o marfil.
La escritura se trazaba paralelamente a las fibras horizontales por lo general solo en una de las caras de la hoja, formando columnas. Las columnas se llamaban paginae y también schedae, la primera hoja se conocía como "protocollo", la ultima por "excatocollo".
La longitud del rollo variaba según la necesidad, la escritura utilizada en los papiros no era igual a la de los jeroglíficos de las inscripciones, sino que más bien presentaba una forma más rápida y fácil de comprender, se llamaba hierática (sacerdotal). Solo en épocas sucesivas se utilizó una escritura más cursiva llamada demótica (popular). Para escribir, los escribas egipcios utilizaban una varilla de bambú cortada transversalmente que, girada en diferentes sentidos, podía formar trazos gruesos o finos.
La tinta se preparaba con hollín o carbón vegetal, extraído de los utensilios de cocina y tratado con una ligera solución de cola. La tinta roja se utilizaba para los títulos y los comienzos de capítulo.
El rollo de papiro se conservaba en una especie de recipiente de madera o de arcilla. La mayor parte de los papiros se han conservado gracias a la costumbre religiosa según la cual tenían que depositarse en la tumba. Los así llamados "libros de los muertos".
Estos libros eran rollos de papiro realizados por sacerdotes que los hacían dejando en blanco solo el nombre del fallecido y los adornaban con dibujos más o menos elaborados según la categoría del destinatario, también se encargaban de su venta siendo esta la única forma de comercio de libros conocida en el antiguo Egipto. Por otro lado las bibliotecas egipcias estaban asociadas a los templos.
Libro de los muertos, Hunefer |
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