domingo, 13 de mayo de 2012

ENCUADERNACIÓN Y LIBRO IMPRESO

ENCUADERNACIÓN

En el siglo I d. de C., los cuadernos que contenían varias hojas de papiro o pergamino se insertaban entre dos tablas de madera o de hojas de papiro encoladas entre sí. En Occidente, las encuadernaciones más antiguas que se conservan se remontan al siglo VII (las tapas del Evangelio de la reina Teodolinda de Monza, compuestas por una plancha muy fina de oro con ocho camafeos dispuestos en forma de cruz); en ellas los pliegos van cosidos mediante el procedimiento de doble nervadura y se unían a la cubierta mas tarde. Las dos tapas se sujetaron después del cosido. Una vez fijadas las tapas a los pliegos, la encuadernación podía revestirse de diferentes formas.

Los textos sagrados se decoraban con oro, piedras preciosas esmaltes y marfil, los libros se colocaban horizontalmente sobre las estanterías por lo que los títulos se escribían en el canto del libro.

Hacia 1470 se introdujo en Italia el dorado en caliente con pan de oro, técnica aprendida por los obreros sarracenos emigrados de Siria y Egipto, abriendo una nueva vía a la ornamentación de la encuadernación, este motivo decorativo se desarrollo en Venecia, bajo el influjo combinado del renacimiento y el Arte bizantino y el oriental.


EL LIBRO IMPRESO

El destino del códice fue sin duda brillante. Tuvo una importancia determinante para el conocimiento y la versión exacta de hechos históricos u obras literarias. Al hacer posible la producción en serie de textos, ocasionó en el lector una nueva forma de pensar e incluso una nueva forma de ser. Muy pronto se dieron cuenta del efecto revolucionario de la imprenta que, al hacer más accesibles los textos, se convirtió en un mecanismo difusor de cultura infinitamente más potente que el manuscrito.

A China se le atribuye el descubrimiento de la imprenta que deriva de la técnica del sello grabado o en relieve. Las primeras pruebas de imprenta con tipos móviles efectuados en Europa y conocidas por nosotros datan de mediados del siglo XV.

En 1970, George Painter decidió asignarlas todas al tipógrafo Guttemberg, que parecía ser el único capaz de grabar y fundir los cuatro tipos de caracteres. Guttemberg prefirió un caracter menor y menos aparatoso, que se utilizó para la edición de la Biblia de 42 líneas, impresa en Maguncia hacia 1455. Fue el primer gran libro impreso en el mundo Occidental con caracteres móviles. Impresa a dos columnas en dos volúmenes de folio, se tiraron 150 ejemplares.

El Arte de la impresión se difundió rápidamente, además de muchas ciudades alemanas llego a Italia en 1475. A finales del siglo XV existían imprentas funcionando en 250 ciudades europeas. Pero solo en una ciudad italiana, Venecia, alcanzaron el Arte tipográfico, la industria y el comercio del libro un desarrollo superior al de cualquier otra ciudad.

El paso del libro escrito a mano al impreso con tipos móviles, se puede afrontar, por una parte, basándose en la continuidad, y por otra, en la novedad y por lo tanto, en las diferencias entre ambos productos. La historia del libro manuscrito y la del libro impreso no pueden y no deben considerarse fenómenos separados, sino aspectos diferentes de un mismo proceso de producción y difusión cultural.

sábado, 10 de marzo de 2012

70 libros de metal hallados en Jordania podrían cambiar la historia bíblica


Un descubrimiento que puede ser el más grande desde el hallazgo de los Rollos del Mar Muerto, ha puesto en alerta a los estudiosos de la historia bíblica. Una antigua colección de 70 libros diminutos, encuadernados con alambres, podrían develar algunos de los secretos de los primeros días del Cristianismo.

 

 Los especialistas están divididos en opiniones en cuanto a su autenticidad, pero comentan que de verificarse como auténticos pasarían a ser uno de los descubrimientos más importantes que rivalizaría en importancia con el de los Rollos del Mar Muerto en 1947.


En páginas no más grandes que una tarjeta de crédito, se encuentran imágenes, símbolos y palabras que parecen hacer referencia al Mesías y, posiblemente, a la crucifixión y resurrección. Además, algunos de los libros se encuentran sellados, despertando la duda en los académicos sobre si podrían ser en realidad la colección perdida de códices mencionada en el Libro de las Revelaciones de la Biblia.

Los libros fueron hallados hace 5 años en una cueva sita en una remota parte de Jordania donde se sabe que los refugiados cristianos huyeron luego de la caída de Jerusalén en el 70 d.C. Documentos importantes del mismo periodo han sido previamente descubiertos en la zona.

Las pruebas metalúrgicas iniciales indican que algunos de los libros se remontarían a alguna fecha cercana al primer siglo Después de Cristo. Esta estimación se basa en la forma de corrosión que se presenta, la cual los expertos dicen que es imposible lograr artificialmente. Si esta fecha se verifica, los libros serían de los primeros de la Era Cristiana, anteriores a los escritos de San Pablo.

El prospecto que podría contener historias contemporarias de los días finales de la vida de Jesús, ha entusiasmado a los estudiosos – aunque siguen tomando el tema con pinzas debido al hecho que previamente hubo casos de falsificaciones bastantes sofisticadas.

David Elkington, un británico erudito en historia antigua de las religiones y arqueología, y uno de los pocos en examinar los libros, declaró que bien podrían ser “el descubrimiento más grande en la historia del Cristianismo”.

“Es emocionante pensar que tenemos en las manos objetos que pudieron haber sido sostenidos por los primeros santos de la Iglesia”, agregó.

Pero los misterios que se encuentran en sus ancestrales páginas, no son el único acertijo a resolver. Hoy en día, sus orígenes también son un enigma. Luego de su descubrimiento por parte de un beduino jordano, el tesoro fue adquirido por un israelí, quien dijo haberlos contrabandeado fuera de la frontera hacia Israel, donde aún permanecen.

De todas formas, el gobierno jordano se encuentra en tratativas desde los más altos niveles para repatriar y salvaguardar la colección. Philip Davies, profesor emérito de estudios bíblicos en la Universidad de Sheffield, declaró que había evidencia sólida que los libros tenían un origen cristiano debido a placas que muestran un mapa de la ciudad santa de Jerusalén. “Cuando vi eso me quedé estupefacto”, dijo. “Es claro que se trata de una imagen cristiana. Hay una cruz en primer plano, y detrás de ella lo que sería una tumba [de Jesús], un pequeño edificio con una apertura, y tras ello los muros de la ciudad. En otras partes de los libros también se describen murallas y es casi seguro que se refiere a las de Jerusalén. Es una crucifixión que se lleva a cabo fuera de los muros de la ciudad”, explicó el profesor.

El equipo británico actual encargado del descubrimiento teme que su presente “guardián” israelí pueda pensar en vender algunos de los libros en el mercado negro, o peor… destruirlos. Pero el hombre que tiene los libros lo niega y afirma que han estado en su familia por 100 años.

La Dra. Margaret Barker, ex presidente de la Sociedad para el Estudio del Antiguo Testamento, dijo: “El Libro de las Revelaciones habla sobre libros sellados que solo eran abiertos por el Mesías. Otros textos del mismo periodo cuentan historias sobre libros sellados conteniendo gran sabiduría y una tradición secreta pasada por Jesús a sus discípulos más cercanos. Ese es el contexto de este descubrimiento”.

martes, 28 de febrero de 2012

EL LIBRO Y SUS ANTEPASADOS (VII): EL MINIADOR Y SUS MINIATURAS



Al principio este Arte lo practicaban únicamente el clero, existió solo en los monasterios. En la ilustración de un manuscrito participaban varios colaboradores según las tareas asignadas, el miniaturista hacia las partes secundarias como las letras, adornos, bordes y decoración y el pintor, se encargaba del trabajo más importante, es decir, la ilustración. El miniaturista ejecutaba las condiciones escritas con anterioridad en el códice o con esbozos que indicaban las líneas generales de la escena a representar.

Al principio este Arte lo practicaban únicamente el clero, existió solo en los monasterios.

En la ilustración de un manuscrito participaban varios colaboradores según las tareas asignadas, el miniaturista hacia las partes secundarias como las letras, adornos, bordes y decoración y el pintor, se encargaba del trabajo más importante, es decir, la ilustración.

El miniaturista ejecutaba las condiciones escritas con anterioridad en el códice o con esbozos que indicaban las líneas generales de la escena a representar.

El manuscrito medieval de Occidente adoptó tres elementos diferentes de decoración la inicial, el borde y la ilustración miniada. Se perfilaba el cuerpo de las letras, y alrededor de ellas se entrelazaban tallos y hojas con cabezas de animales estilizados y figuras fantásticas prevaleciendo el rojo y el verde.

Los manuscritos franceses tenían una decoración rica en colorido que se desarrollo todavía mas con la difusión de la minúscula Carolina, a la miniatura carolingia sucedió la otoniana, producida por escuelas como las de Reichenau, Einsiedeln o Echternach, esta miniatura se creo en Inglaterra y más tarde paso a Irlanda dando vida al estilo anglo - irlandés.

Como expresión de escuela miniaturista local de los siglos X – XII se pueden citar la miniatura mozárabe española, con intensos amarillos, rojos, azules y verdes, un intenso efecto decorativo en los bordes extravagantes y la vitalidad popular de figuras y animales en escenas alegóricas - trascendentales.

Hasta el siglo XII, la miniatura fue exclusivamente monástica pero, el siglo XIII, al parecer las universidades, llegó también al mundo laico y se utilizo en estatutos, obras literarias y romances de caballería. La miniatura llegó a su apogeo en el siglo XV, y en Italia tuvo gran esplendor. La aparición del libro impreso significó el final de la utilización de la miniatura para códices.

EJEMPLOS LIBROS MINIADOS:




martes, 14 de febrero de 2012

EL LIBRO Y SUS ANTEPASADOS (VI): EL PAPEL

El papel tuvo su origen en Oriente; el descubrimiento se le atribuye a China y precisamente al director de los talleres imperiales, Ts' ai Lun, que al principio del siglo II d. de C. tuvo la idea de fabricar una especie de pasta delgada sacada de la corteza de la morena, del cáñamo y de material de desecho de tela o seda.

Para fabricar papel de lujo se utilizaban trapos de cáñamo, algodón y lino que al golpearlos con mazos se obtenía una pasta liquida y homogénea, posteriormente se obtenían delgados hilos; un cuadro móvil determinaba el espesor del papel, se procedía a su secado con fieltros y exponiéndolo al aire se realizaban las operaciones de encolado y satinado.

Al final del siglo XVII los holandeses pusieron un sistema de trituración de los trapos usados cilindros y laminillas; en la segunda mitad del siglo XVIII James Whatman, en Birmingham y los Montgolfier, en Annonay, consiguieron papel de seda sin huellas de los alambres, no fue sino hasta 1844, cuando Frederich Keller inventará la industria de papel de madera.

La forma y la composiciónA partir del siglo IV, al prevalecer definitivamente el pergamino sobre el papiro, el codex sustituyó así al volumen y desde entonces ha constituido la forma habitual del libro. Las dimensiones de un códice es decir, el formato, en la edad media se llamaban forma, los códices se componían de cuadernos y estos se subdividían en hojas, papel y páginas. Por el "cuaderno" se entendía un fascículo de hojas cosidas en un solo manojo, por "folio" la hoja doblada en dos y consistente en cuatro carillas, por "página" la mitad de la hoja es decir una carilla y "cuaderno" un pliego de cuatro folios.

El códice medieval no tenía una página dedicada al título, al principio de la obra había una frase de inicio, en la cual no se nombraba al autor, algunos llevaban la frase de inicio en una página escrita con tintas de color y acompañada por motivos geométricos y arquitectónicos, las indicaciones del autor se ponían al final de la obra. Cuando el escriba había acabado su trabajo empezaba el del rubricador, que escribía en tinta roja una lista de títulos de los capítulos y adornaba las letras iniciales de las frases con un trazo vertical. En cambio para asegurar la regularidad de la escritura y la armonía de la página se trazaban en el pergamino líneas horizontales y se delineaban los márgenes con dos líneas verticales en seco con una punta de metal.

Al final del siglo XII se empleó también tinta negra para trazar líneas, dado que el número de cuadernos que componían un manuscrito podía ser una fuente de desorden, los copistas procedieron a numerar los cuadernos en la última página. El procedimiento se conoce como "signatura", se numera también cada hoja con la letra del pliego al que pertenecía seguida del número progresivo de cada pliego.

La decoración y la Ilustración
La importancia del libro ilustrado fue tal que sirvió como fuente de inspiración para otros sectores artísticos como tapices, esculturas, vidrieras, y más tarde también para esmaltes. Los artistas que se dedicaron a la decoración del libro demostraron el peso que la miniatura tuvo en el lenguaje artístico y su papel en el lenguaje de la escritura.

El término "miniar" significa "colorear en rojo" deriva de la palabra minium, con la que en la Edad Media se solía llamar al cinabrio, es decir, el sulfuro de mercurio de color rojo vivo que se encuentra en abundancia en la naturaleza como mineral de mercurio. La interpretación más sencilla parece la de "dar alumbre", es decir dibujar con lacas alumbradas obtenidas por la reacción química del alumbre de roca con algunas materias colorantes vegetales.


Para poder escribir o miniar sobre pergaminos blancos o coloreados, con anterioridad se trataban antes del uso para que fuera más fácil la aplicación de tintas y colores. Se pasaba sobre la superficie a decorar bilis de buey mezclada con clara de huevo o se frotaba un algodón empapado con una solución diluida de cola con miel. Los pinceles para miniar se hacían con pelos de cola de marta cibelina, introduciéndolos en un canutillo de pluma de oca de gallina o de paloma.





El esbozo del dibujo sé hacia con un lápiz de plomo, para poder borrar se utilizaba la miga de pan, quitando los residuos con algodón, una serie de cuchillos con varias hojas servían para sacar punta a las plumas, cortar el pergamino y el pan. Otros utensilios eran la escuadra, la regla y los tinteros con tinta negra y roja, algunas veces se utilizaba el compás.

Para aclarar los líquidos o separar los colores de las soluciones depurativas se colaban en un filtro cónico. Los morteros para hacer mezclas eran de mármol calcáceo. Para ligar colores se utilizo la gama arábiga y la clara de huevo; se empleaban mezclas como soluciones de albúmina, azúcar, miel y clara de huevo. La conservación de estas soluciones de goma y colas se aseguraba añadiendo algún aséptico como el alcanfor, clavos de clavel, vinagre o jugo de ajo.

La bilis de buey hacía que el pergamino aceptara mejor los colores del agua, el alumbre de roca y el alumbre de azúcar se empleaba para obtener barnices coloreados a partir de extractos vegetales.

Cada color utilizado para las miniaturas en la Edad Media tuvo características diferentes; el azul ultramar se obtenía moliendo la piedra lapislázuli y se extraía de las minas de Badaksham.

Hasta los siglos XII y XIII se dibujaba con lapislázuli molido y lavado; después se hicieron purificaciones consistentes en empastar el polvo mineral con ceras, aceites y resinas hasta conseguir una pasta maleable.

La madera roja de Oriente se utilizó mucho en la Edad Media para teñir fibras, y también para preparar lacas rojas alumbradas para miniar.

Una vez acabado el trabajo del calígrafo, el miniador dibujaba sobre los pergaminos, el esbozo de figuras y ornamentos con el "lápiz de plomo", trazando también, además de los principales contornos, las líneas de los pliegues de los vestidos y los límites de las zonas de sombra y de luz. Una vez acabado el esbozo, y si se había previsto su uso, se extendía el mordente, se aplicaba una película dorada Este procedimiento se llamaba doratura (pan de oro verdadero o falso), se lijaba y se bruñía. Al principio se utilizaba más un campo de fondo monocromo o también dorado. La delicadeza y transparencia típicas de la miniatura se definieron con la aplicación de la gama de colores y por un empaste más completo.

La elaboración de las miniaturas llegó a ser más sofisticada y compleja en la Baja Edad Media. Una vez terminada la obra, el ilustrador daba un último barniz con goma arábiga y clara de huevo que imprimía el trabajo una patina brillante.

Manuscrito del Monasterio de Guadalupe

lunes, 30 de enero de 2012

LA FOTOGRAFÍA ESTEREOSCÓPICA

Inspirándose en conocimientos que provienen de la Antigüedad, con los trabajos de Euclides y de Galieno, Leonardo da Vinci explicó el fenómeno de la visión binocular
cuya síntesis ofrece la sensación de relieve, al igual que la doble percepción del sonido estereofónico se logra por medio de la síntesis auditiva. En el siglo XVI, Della Porta estudió a su vez el fenómeno.
El físico inglés Charles Wheatstone (1802-1875) fue el primero en idear un aparato para proporcionar la visión en relieve. Era el estereóscopo, que presentó el Londres en 1838. El aparato permitía la visión correspondiente a los 65mm de distancia que hay entre los ojos. Sin la aportación de la fotografía, todo ello no hubiese pasado de ser un experimento óptico, dada la dificultad de realizar a mano dibujos con la visión disociada de cada ojo.


La técnica estereoscópica se basa en la relación óptica entre un original compuesto por un par de registros con una disfunción de campo representado, seleccionado durante la toma, y un visor o estereoscopio, a través del cual el original aparece como una imagen tridimensional.



Fotografía estereoscópica

Basándose en esto la fotografía estereoscópica tradicional crea la ilusión de 3D a partir de un par de imágenes 2D con diferente perspectiva. Cada ojo al estar situado en una posición diferente recoge imagen ligeramente distinta de la realidad que tienen delante. Esas pequeñas diferencias se procesan en el cerebro para calcular la distancia a la que se encuentran los objetos. El cálculo de las distancias sitúa los objetos que estamos viendo en el espacio tridimensional, obteniendo una sensación de profundidad o volumen. Por lo que si tomamos o creamos dos imágenes con un ángulo ligeramente distinto y se las mostramos a cada ojo por separado, el cerebro podrá reconstruir la distancia y por lo tanto la sensación de tridimensionalidad.


Las variaciones verticales son indiferentes en lo que respecta a creación de sensación de volumen (a no ser que esta diferencia sea demasiado grande, en cuyo caso crearían visión doble o desorientación). Solo las variaciones horizontales, producidas por la diferente ubicación de los ojos, resultan en sensación de profundidad.
A Sir David Brewster (1781-1868), físico escocés e inventor del caleidoscopio, se debe el propósito de obtener imágenes estereoscópicas por medio de la fotografía. Sus
primeros intentos en este campo datan de 1844, cinco años después de la divulgación del daguerrotipo. Brewster, que estaba relacionado con Talbot, Adamson y D.O. Hill, pudo adaptar sus trabajos a la incipiente técnica fotográfica.
Tras haber pretendido en vano interesar los ópticos británicos, se dirigió a París, donde el abate Moignot y los ópticos Soleil y Duboscq acogieron sus experimentos. El aparato construido por Duboscq cosechó grandes éxitos en la Exposición Universal de Londres de 1851, donde la reina Victoria recibió un ejemplar de lujo que supuso una excelente publicidad para el invento.
Después de haber realizado las dobles vistas con una cámara cuyo objetivo se desplazaba horizontalmente sobre una plancha graduada, a partir de 1849 lo sustituyó
Brewster por una cámara binocular que al sacar sincrónicamente las dos imágenes las dos imágenes permitía realizar retratos estereoscópicos.


La estereoscopía es la culminación de una larga cadena de observaciones científicas que se inician en la antigüedad.

Estereoscopio

El estereoscopio de Wheatstone fue recibido como un artefacto de carácter científico y sus usos potenciales fueron reducidos a los de la juguetería óptica hasta la llegada de la fotografía, donde pasará a ser una de las más prósperas actividades de esta industria y, sin lugar a dudas, el primer fenómeno visual de masas en la historia del entretenimiento.
La década de 1880 va producir cambios cualitativos en el mercado fotográfico que tendrán un rápido reflejo en la sociedad: el nacimiento de la fotografía de aficionados al
arte de la luz.
A mediados de los ochenta la oferta de materiales de ennegrecimiento directo listos al uso se incrementó con la llegada de los papeles a la gelatina y al colodión. Esta ampliación de materiales de copia fáciles de usar se completó eficazmente con la venta de placas secas, el resultado fue inmediato: la burguesía más ilustrada se entregó decididamente a la práctica fotográfica.
El auge de la denominada fotografía amateur coincidió con la puesta en circulación de los papeles de revelado químico, de los colodiones mate de ennegrecimiento directo virados al oro y al oroplatino (1894), de las copias al platino (1880) y la vuelta al uso de las cianotipias empleadas como copiado barato de selección previa a la ejecución de copias definitivas en otros procesos argénteos de ennegrecimiento directo (con la intención de evitar los ineludibles virados a materiales nobles como el oro o el oroplatino).
Todos estos cambios llevados a cabo en el mercado del material sensible fueron acompañados por importantes innovaciones en el campo de la óptica, de los obturadores y de los desarrollos en la industria de las cámaras fotográficas que habrán de producir nuevos modelos cada vez más compactos, cada vez más precisos y sobretodo cada vez más fáciles de usar. Esta revolución, forjada en la década de los ochenta y consolidada a lo largo de los noventa, va a producir cambios notables en el mercado de la fotografía estereoscópica.


Cada vez son más los aficionados que se deciden a documentar viajes o reuniones familiares mediante la utilización de la estereoscopía, lo cual produce registros de mayor
espontaneidad y menor academicismo. La posibilidad de copiar por contacto las placas estereoscópicas negativas en otro negativo y obtener por lo tanto una transparencia
sobre cristal va a generar modificaciones en los formatos tanto de copias positivas cuanto de visores e instrumentos ópticos.


La técnica estereoscópica evolucionó a lo largo de la segunda mitad del siglo, adaptándose a las mejoras sucesivas de los procedimientos: del estereodaguerrotipo al
veráscopo de Richard, que tuvo gran aceptación a principios del siglo XX, hubo múltiples variantes del invento Brewster. El empleo de la placa de cristal que permitía la
visión de imágenes transparentes fue decisivo. Muchos fotógrafos del siglo XIX y de principios de XX realizaron vistas estereoscópicas. El gran aficionado que fue Santiago
Ramón y Cajal, utilizó mucho la cámara binocular. Hasta hace poco se siguieron utilizando los populares aparatos denominados “View-Master”.

jueves, 26 de enero de 2012

EL LIBRO Y SUS ANTEPASADOS (V): EL PERGAMINO


Codex Argenteus, o "Biblia de Plata"
Según la tradición, se atribuye a la biblioteca del rey de Pérgamo al mérito de haber convertido en uso público la utilización del pergamino como soporte de escritura.


Ya desde los tiempos antiguos se había utilizado el cuero como soporte de escritura, en varios países utilizaron piel de animal, los egipcios, los judíos, los asirios y los persas. Pero solamente alrededor del siglo III a de C., se inició un nuevo tratamiento del cuero, de forma que se adoptase mejor para recibir la escritura, tal innovación sucedió en Pérgamo, por lo tanto el pergamino es un "papel" de piel animal convertida en hojas aplanadas y lisas que permitían su utilización óptima como material de escritura.




Para la preparación de pergaminos se utilizaban pieles de animales como la oveja, cabra, cordero y ternera; en Egipto se empleaban pieles de antílope o de gacela para obtener pergaminos de mejor calidad.

Para su utilización los pergaminos se purgaban introduciéndolos durante unos días en cal y mientras era flexible, se afeitaba por las dos partes para eliminar la grasa y quitarle las manchas, después se pulía con piedra pómez para alisarlo y se reducía al tamaño deseado.

Codex Argenteus


El pergamino destinado a los códices era más fino y pulido, dado que se utilizaba por los dos lados, mientras que el de los documentos se pulía sólo por un lado.

Los romanos acostumbraron a teñir los pergaminos de amarillo o de rojo, aparentemente porque su blancura se ensuciaba fácilmente. Para los códices de lujo se utilizó el color púrpura, con escritura de oro y plata, el más famoso fue el Codex argenteus, llamado de Ulfila, porque representaba los Evangelios traducidos a lengua gótica por el obispo Ulfila, escritos con letras de plata de forma uncial.

El Codex Argenteus, o "Biblia de Plata", de la Biblioteca de la Universidad de Uppsala, es uno de los manuscritos más famosos del mundo, y contiene el texto más extenso que se conserva en lengua gótica. Representa los restos de un lujoso evangeliario escrito a comienzos del siglo VI en el norte de Italia, probablemente en Rávena, para el rey ostrogodo Teodorico el Grande. El texto es parte de la traducción de la Biblia del griego al gótico que realizó en el siglo IV el obispo Ulfilas, el más antiguo conocido de los constructores no legendarios de alfabetos.

En la Alta Edad Media sé re utilizaba frecuentemente los pergaminos ya escritos para nuevos códices. Con este fin se borraba la escritura sumergiéndolos en leche y restregándolos con piedra pómez, son los llamados palimpsestos o codices rescripti. Se borraban igualmente textos profanos y sagrados, ya que a menudo estaban estropeados, mutilados o fuera de uso por su antigüedad.

miércoles, 18 de enero de 2012

EL LIBRO Y SUS ANTEPASADOS (IV): LAS TABLILLAS ENCERADAS Y EL CÓDICE

En el mundo grecorromano el papiro no fue el único material utilizado como soporte de escritura, se emplearon también las "tablillas enceradas". Estas estaban formadas por tablillas rectangulares de madera o marfil, con un pequeño margen realzado a lo largo de los cuatro lados, en la parte central que estaba hundida se esparcía la cera y sobre ella se escribía con un instrumento puntiagudo, el stilus, en la parte opuesta a la punta tenia un rascador, de forma que se pudiese borrar fácilmente la escritura rascando la cera.
Las tablillas enceradas se utilizaban para ejercicios escolares, para cuentas, para comunicaciones epistolares y para borradores de los poetas. Generalmente se unían con cuerdas formando una especie de libro, según él numero se obtenía un díptico, un tríptico, o un políptico. Los documentos dípticos o trípticos, se presentaban con el texto en doble redacción.
El grupo más importante lo componen las tablillas descubiertas el año 1875 en Pompeya, en la casa del banquero L. Cecilio Giocondo, son 127 y comprenden desde el año 15 al 62 d. de C.; estas contienen los recibos de la administración municipal, de la cual Giocondo era el arrendador.
Son parecidos a las tablillas enceradas los dípticos consulares de marfil ricamente esculpidos, aproximadamente son 71 de los cuales el más antiguo es un díptico sacerdotal del año 388. En la Edad Media se utilizaron para usos litúrgicos como tapas de evangelios y misales de gran lujo.
EL CÓDICE
El libro manuscrito se llama "códice". El rollo o volumen, que fue la primera forma del libro en la civilización antigua del mundo occidental y en Oriente, entró en competencia con el códice al principio de la era cristiana y posteriormente fue sustituido por este, es decir, el conjunto de cuadernos formados al doblar una o más hojas y cosidos unos a otros. La etimología de la palabra es caudex, tronco de árbol o corteza.
El destino del códice fue más brillante que el del rollo. Son numerosas las interrogantes, refiriéndonos a la técnica con la que los artesanos medievales confeccionaron el libro manuscrito bajo forma de códice con soporte de pergamino.

jueves, 12 de enero de 2012

TALLER: FABRICACIÓN DE PASTELES cuidado no se comen!! ;)

Los niños del Taller "El rinoceronte de cristal" aprendieron a fabricar barritas de pastel.
Uno de los últimos talleres del año 2011. Nos lo pasamos genial!!!!

Inscríbete para el siguiente en info@murice.es



Infórmate sobre éste y otro muchos talleres en nuestro facebook o en la web www.murice.es

http://rinocerontedecristal.blogspot.com/2011/12/taller-de-fabricacion-de-pasteles.html
http://rinocerontedecristal.blogspot.com/2011/12/micro-cursos.html