Una de las mayores complejidades a la que nos enfrentamos los restauradores de documento gráfico cuando nos llega una obra montada en un segundo soporte, es la toma de decisiones en cuanto si éste debe o no eliminarse y cómo esta decisión influirá al tratamiento posterior que el trabajo requiere.
Saber escoger entre los distintos métodos existentes el más adecuado, valorar las ventajas e inconvenientes, el tipo de documento y de soporte al que pertenece, la forma de adhesión y los componentes de tipo estético e histórico, son entre otros, factores que determinarán el éxito de nuestra labor de restauración y conservación de un Bien Cultural.
De esta manera debe realizarse la eliminación de un segundo soporte si la mala calidad de los adhesivos provoca migraciones y manchas sobre el original, si la composición de ese soporte al que viene adherido el documento está produciendo daños considerables sobre el mismo o si está limitando los trabajos de restauración.
Encontramos ocasiones en que estos montajes son intrínsecos a la estética y la historia de la obra por lo que ésta y el entorno deben ser considerados como una entidad total. En estos casos en los que el propio soporte nos aporta algo acerca de su contexto cultural, sí debería ser preservado.
Entre todos los montajes la madera es sin duda uno de los más problemáticos debido principalmente a los daños que produce al original y a la dificultad que supone extraerlo. Se trata de un material muy higroscópico al igual que los soportes de telas orgánicas (seda, algodón o lino). Como consecuencia ambos se ven afectados por los cambios de humedad relativa. Éstos van a reflejarse también en el grado de conservación de la obra a la que se encuentre adherida provocando en ocasiones la interrupción de la legibilidad de la imagen o del texto.
El cartón es el montaje más común de las obras pues le confieren cierta estabilidad y rigidez. Sin embargo elementos que lo componen tales como alumbre, colofonia, elementos clorados o lignina no son los más adecuados y pueden llegar a transferirle serios daños al original.
La dimensión de la obra también es otro factor importante. Los grandes formatos dificultan las técnicas de extracción e impiden llevar a cabo tratamientos de restauración necesarios como por ejemplo técnicas acuosas por inmersión en baño, cuando éstas son el único medio de eliminar el montaje. En tal caso habrá que buscar otros procedimientos alternativos (Gore Tex como método de humectación de un gran formato.
Igualmente, la naturaleza de las tintas y de los adhesivos nos dan las pautas concretas a la hora de elegir el tratamiento y el disolvente más adecuado para la eliminación del segundo soporte.
Laminación de protección y separación de la obra |
Principales técnicas de separación son por ejemplo el desmontaje mecánico o en seco. Esta técnica se utiliza en los casos en los que el montaje se trate de tela, papel o cartón y no venga fuertemente adherido a la obra. Se actúa desde el reverso con la ayuda de espátulas, bisturís o cualquier otra herramienta que nos facilite la tarea de separación. El Desmontaje mediante una laminación de protección se efectúa para dotar a una obra cuyo estado de conservación no sea adecuado de un refuerzo total, además de facilitar la labor de extracción. Ésta se puede llevar a cabo en obras enteladas, o bien que aparezcan adheridas a una madera. La utilización de disolventes puede realizarse mediante aplicación directa, papetas, o mediante un tratamiento de inmersión del objeto a tratar. Con esta técnica actuamos directamente sobre los adhesivos que fueros utilizados para pegar la obra a ese soporte.
Montaje en cartón de mala calidad y separación mediante disolventes |
La utilización de sistemas de humedad controlada permite actuar sobre documentos especialmente sensibles al agua sin perjudicarles. Encontramos diferentes sistemas como el lápiz de vapor utilizado especialmente en obras adheridas a sus segundos soportes mediante adhesivos proteínicos, la cámara de humectación para documentos a los que no se les puede aplicar otra técnica debido a la posibilidad de sufrir un corrimiento de tintas, pigmentos, o el Gore-Tex sistema de membranas textiles que permiten humectar la obra sin llegar a mojarla.
Ejemplo de cámara de humectación |
Por último, mencionar igualmente el sistema de desmontaje mediante lápiz de calor sistema que puede ser útil para ejemplos en los que el original esté sujeto con celo u otra cinta adhesiva, sobre todo si todavía están suaves y flexibles, o el uso de las técnicas enzimáticas, tratamiento utilizado para reversibilizar adhesivos naturales (almidón o colas proteínicas) cuando resulta difícil su eliminación debido al envejecimiento de los mismos.
Por tanto, mediante una profunda observación y estudio de ese Bien Cultural, se podrá determinar lo que constituye mejor para la conservación y preservación de una obra montada sobre un soporte.
Próximamente el trabajo completo en: http://www.murice.es/
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