Las continuas lluvias acontecidas a finales del 2010 sobre la antigua ciudad de Pompeya, al sur de Nápoles, provocaron graves derrumbamientos en la “Casa de los Gladiadores y la “Casa del Moralista” en un yacimiento arqueológico de más de 2 mil años de antigüedad.
Se cree que las fuertes lluvias caídas en la región ablandaron el suelo, lo que podría haber provocado el desplome de partes de las paredes, fachadas o tejados.
Dichos derrumbes provocaron en su momento las críticas al gobierno de Berlusconi por el estado de abandono de estas áreas arqueológicas.
Y la oposición de centroizquierda pidió la dimisión del ministro italiano de Cultura, Sandro Bondi, argumentando que algunos de los sitios arqueológicos más importantes del país se encuentran en un estado deplorable debido a los recortes del Gobierno. Italia registra dificultades para preservar su gran patrimonio cultural y arqueológico ante la falta de fondos.
No en vano las áreas arqueológicas de Pompeya, Herculano y la Torre Annuciata figuran en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.
Pompeya pasó a ser una leyenda después de que quedara sepultada el 24 de agosto del año 79. Actualmente, los restos arqueológicos de la antigua ciudad son una de las principales atracciones turísticas del país.
Tras la restauración de los frescos, el pasado verano de 2010 se abrieron al público las llamadas Termas Suburbanas de Pompeya construidas en la edad Augusta (en la transición entre la República y el Imperio, entre 44 a.C y 14 d.C), y descubiertas en la década de los 50.
Miden unos 800 metros cuadrados y constan de tres locales principales: el vestuario (apodyterium), la piscina fría (frigidarium) y una de agua templada (tepidarium).
Tienen como característica más destacable, que en sus paredes, hay pinturas con un alto contenido erótico.
Se trata de termas privadas a donde acudían, por pocos centavos, sobre todo los navegantes al regreso de días de alta mar. Lo demuestra la ubicación al lado de la Puerta Marina, al principio de la calle que llevaba al puerto", explica el profesor Antonio Varone, director de las excavaciones de Pompeya. Es normal, entonces, que los marineros, antes de volver a la ciudad quisieran asearse, relajarse y, digamos, permitirse algún que otro placer.
"Hombres y mujeres accedían a los locales por la misma entrada: el vestuario era común, elemento no muy corriente. Allí se quitaban las vestimentas y las sandalias y reponían sus pertenencias en las taquillas". Justo encima de los armaritos donde guardaban la ropa durante el baño, hay 16 pequeños frescos cuadrados -cada uno se corresponde con una taquilla- con las escenas eróticas. Se conservan sólo ocho, mientras que quedan rastros del resto.
Las pinturas están dispuestas en un crescendo de intensidad y de número de personas involucradas en la práctica sexual. Se cree que era una especie de juego irónico que permitía individualizar y acordarse con facilidad en qué armario se había dejado la ropa. Más que en los números marcados en las puertas, los marineros debían fijarse en la escena. No se deja lugar alguno a la imaginación. El poeta desnudo, felación, amor sáfico, amor de grupo... son algunas de las representaciones que servían, según los especialistas, también como catálogo de los servicios prestados en el interior.
Otro dato interesante es que estas termas se encontraban tan arrimadas a la muralla de Pompeya que resultaron ser construcciones ilegales. El propietario las había edificado en terreno público y se han encontrado los documentos que confiscaban una parte del edificio. Por ese motivo, estaban a punto de destruirlas. Claro que la erupción del volcán que destruyó completamente Pompeya se adelantó a este propósito, y las termas quedaron completamente sepultadas.
Sin duda alguna visitar Pompeya es casi una obligación para quienes viajan a Italia. Es terrible que una mala gestión y conservación de nuestro patrimonio pueda destruir lo que el volcán nos dejó hace 2000 años. Ahora hay un motivo más para conservarla.
Se cree que las fuertes lluvias caídas en la región ablandaron el suelo, lo que podría haber provocado el desplome de partes de las paredes, fachadas o tejados.
Dichos derrumbes provocaron en su momento las críticas al gobierno de Berlusconi por el estado de abandono de estas áreas arqueológicas.
Y la oposición de centroizquierda pidió la dimisión del ministro italiano de Cultura, Sandro Bondi, argumentando que algunos de los sitios arqueológicos más importantes del país se encuentran en un estado deplorable debido a los recortes del Gobierno. Italia registra dificultades para preservar su gran patrimonio cultural y arqueológico ante la falta de fondos.
No en vano las áreas arqueológicas de Pompeya, Herculano y la Torre Annuciata figuran en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.
Pompeya pasó a ser una leyenda después de que quedara sepultada el 24 de agosto del año 79. Actualmente, los restos arqueológicos de la antigua ciudad son una de las principales atracciones turísticas del país.
Tras la restauración de los frescos, el pasado verano de 2010 se abrieron al público las llamadas Termas Suburbanas de Pompeya construidas en la edad Augusta (en la transición entre la República y el Imperio, entre 44 a.C y 14 d.C), y descubiertas en la década de los 50.
Miden unos 800 metros cuadrados y constan de tres locales principales: el vestuario (apodyterium), la piscina fría (frigidarium) y una de agua templada (tepidarium).
Tienen como característica más destacable, que en sus paredes, hay pinturas con un alto contenido erótico.
Se trata de termas privadas a donde acudían, por pocos centavos, sobre todo los navegantes al regreso de días de alta mar. Lo demuestra la ubicación al lado de la Puerta Marina, al principio de la calle que llevaba al puerto", explica el profesor Antonio Varone, director de las excavaciones de Pompeya. Es normal, entonces, que los marineros, antes de volver a la ciudad quisieran asearse, relajarse y, digamos, permitirse algún que otro placer.
"Hombres y mujeres accedían a los locales por la misma entrada: el vestuario era común, elemento no muy corriente. Allí se quitaban las vestimentas y las sandalias y reponían sus pertenencias en las taquillas". Justo encima de los armaritos donde guardaban la ropa durante el baño, hay 16 pequeños frescos cuadrados -cada uno se corresponde con una taquilla- con las escenas eróticas. Se conservan sólo ocho, mientras que quedan rastros del resto.
Las pinturas están dispuestas en un crescendo de intensidad y de número de personas involucradas en la práctica sexual. Se cree que era una especie de juego irónico que permitía individualizar y acordarse con facilidad en qué armario se había dejado la ropa. Más que en los números marcados en las puertas, los marineros debían fijarse en la escena. No se deja lugar alguno a la imaginación. El poeta desnudo, felación, amor sáfico, amor de grupo... son algunas de las representaciones que servían, según los especialistas, también como catálogo de los servicios prestados en el interior.
Otro dato interesante es que estas termas se encontraban tan arrimadas a la muralla de Pompeya que resultaron ser construcciones ilegales. El propietario las había edificado en terreno público y se han encontrado los documentos que confiscaban una parte del edificio. Por ese motivo, estaban a punto de destruirlas. Claro que la erupción del volcán que destruyó completamente Pompeya se adelantó a este propósito, y las termas quedaron completamente sepultadas.
Sin duda alguna visitar Pompeya es casi una obligación para quienes viajan a Italia. Es terrible que una mala gestión y conservación de nuestro patrimonio pueda destruir lo que el volcán nos dejó hace 2000 años. Ahora hay un motivo más para conservarla.
es una esperiensia y a pesar de que llo no conozco conozco por foto es grandioso me gustaría ir pero por un dia nada mas porque tengo un hermano soi anggy tengo 10 años grasias por ponerme atension
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